sábado, 14 de febrero de 2015



¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE ENTRENAR EL OBSERVADOR Y LA CONCIENCIA EN EL PRESENTE?

 El desarrollo de la presencia en el Ahora es algo que abarca la vida entera.
Incluye la forma en la que miramos al mundo y nos miramos a nosotros mismos, la forma en la que nos relacionamos en el día a día.
Eso que llamamos meditación no es simplemente una técnica para entrar en el momento presente y acallar la mente durante unos minutos.

Desarrollar el Ser Observador es un camino de sensibilidad y apertura, una bella y significativa invitación a transformarnos, es un llamado a ver la vida que vivimos y a nuestro entorno como un maravilloso e implacable espejo que necesitamos aprender a mirar, a leer y comprender su significado sin juicios; a veces nos muestra aspectos que necesitamos sanar o integrar, heridas que quedaron sin cerrar, creencias negativas que guardamos sin saberlo, distorsiones y malos entendidos.  Requiere amorosa paciencia, confianza, humildad y compasión creciente, para iluminar el presente.


En este proceso de entregarnos a la vida, gradualmente nos vamos animando a soltar lo que "sabemos" y las teorías que tenemos acerca de la realidad...nos abrimos a lo desconocido, nos disponemos a ser vulnerables y a ir disolviendo, paso a paso, las defensas que hemos construido creyendo que así evitaríamos el dolor. 
Es una invitación a aceptar y sostener todo lo que la vida trae, incluyendo el dolor y la impermanencia, nuestras emociones y resistencias, incluyendo al pequeño ego que teme desaparecer y que las cosas no sean a su manera en tiempo y forma. Al ego le aterra entregarse, teme tanto ser feliz como no ser feliz, teme perder el control y  morir, diluirse en un Todo más vasto. 

Cuando estamos alineados a la conciencia egoica solemos experimentar vacío y carencia, ansiedad y preocupación, nos comparamos, nos identificamos con lo que tenemos o no tenemos (dinero, relaciones, éxito, reconocimiento, valor, seguridad, estima, posesiones), creamos una máscara para obtener eso que creemos "nos dará la solución", vivimos con miedo a perder estas fuentes de seguridad externa y nada de lo que hacemos alcanza para colmar ese vacío.


Cuando las viejas formas de obtener felicidad y seguridad fracasan, nos damos cuenta que no tenemos respuestas a los temas esenciales de la vida. Allí entendemos que necesitamos poner el ego al servicio de una inteligencia mayor, soltar muchos patrones y condicionamientos que nos mantienen atrapados en un circuito de sufrimiento, miedo y conflicto. 

Para desarrollar esa confianza y esa entrega es preciso activar y conectar con nuestra dimensión esencial, con aquello que está más allá de la mente y del pasado, y una herramienta fundamental es ENTRENAR EL SER OBSERVADOR, 

¿Qué es el "Ser Observador"?


Es un aspecto de la conciencia que es neutral, no se identifica con los procesos de la mente y sus reacciones y razones, todo lo observa y atestigua, todo lo incluye y lo contiene con amorosa receptividad como un gran cuenco, haciendo espacio interno, sin esfuerzo y más allá de la dualidad en la que solemos vivir.  
La práctica de la meditación y la presencia consciente, momento a momento, es una entrega al Misterio, un Orden Mayor que está por encima de nuestras voluntades personales. 
Es un portal cotidiano y un compromiso con la vida, un abrirnos a amar y aceptar todo lo que somos, disponiéndonos a dar de todo corazón lo mejor que tenemos siendo imperfectos, falibles, sencillamente humanos.

Hombres y mujeres necesitamos hacer cambios profundos hacia una nueva forma de vida en el planeta. Una nueva responsabilidad requiere emerger dentro de cada uno de nosotros, asumiendo nuestra parte en la creación del mundo en que vivimos, a pequeña y gran escala.
Necesitamos encontrar nuevas  y más inclusivas formas de relacionarnos los unos con los otros. 
Es preciso que cuestionemos a fondo los supuestos en los que hemos basado los vínculos, la satisfacción de nuestras necesidades, la supervivencia, lo que creemos acerca del amor, la búsqueda de la felicidad y la plenitud.

En nuestro interior existe una Fuente Infinita de Amor, de Gozo, de Paz y de Unión más allá de las circunstancias. Es un SI Incondicional a lo que ES. Es nuestro Hogar Esencial.
                             
     
              ES TIEMPO DE VOLVER A CASA

       ESTAMOS SIEMPRE INVITADOS


                                        Silvia Merlo




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