Comparto con ustedes este material que trajo una nueva luz de comprensión a mi vida. Gracias por recibirlo.
Las palabras mágicas en relación con los padres:
Imaginamos que estamos frente a nuestros padres. Miramos al padre que esta del lado izquierdo y a la madre, desde nuestra mirada, del lado derecho. Así los podemos ver, mirarlos a los ojos y decirles:
"Gracias por la vida y por todo lo que me han dado"
Ahora esperamos un poco hasta sentir este agradecimiento de nuestro corazón. Después les decimos: "Por favor (que significa que estoy abierto a seguir tomando de ellos), les pido que me acompañen de la manera que puedan", y otra vez aguardamos para que podamos sentir nuestra disposición interna a esto que enunciamos.
Luego decimos que "si" a todo, tal como fue. Tal vez en ese momento nos acordemos de muchos desencuentros, de desilusiones, de malestares que hemos sufrido con ellos. Los dejamos pasar, tan sólo mirándolos, y esperamos hasta que realmente sintamos que todas las exigencias que teníamos se calman y desaparecen. Y ahora podemos darnos vuelta, sentirlos en nuestra espalda y mirar hacia el futuro.
"Todo lo que necesito en la vida, todo lo que me falta todavía, ahora es mi responsabilidad conseguirlo. Yo me hago cargo de mi vida y de mi futuro porque ya tengo todo de mis padres y no me hace falta nada de ellos. De esta manera, mi camino está abierto y puedo dar los pasos hacia delante"
Recuperar la fuerza de la vida
Tomar a los padres:
Las personas que han tomado a sus padres, han tomado la vida. Sienten un compromiso consigo mismos y, en consecuencia, también con el otro. Por el contrario, los que solamente han "recibido" su vida siguen reclamando a los padres porque siempre les parece insuficiente lo que les fue dado.
"Tomar " a los padres significa estar de acuerdo con ellos tal como son y tomar de ellos la vida con todo lo que trae, sin decir que algunos aspectos sirvieron y otros no. Las personas que han tomado a sus padres se sienten completas y están capacitadas para integrar todo lo que sucedió entre ellos. Tanto lo bueno como lo malo. Saben que lo tienen todo, y de lo que les falta se ocupan ellos mismos. Pueden mirar hacia el futuro con toda la fuerza que poseen de sus padres. Si seguimos mirando hacia ellos, no podemos avanzar,porque se interponen en nuestro camino. Nuestra mirada no esta libre, y dejamos el futuro a nuestras espaldas.
Cuando una mujer ha tenido una relación conflictiva con la madre, no logra una vida satisfactoria en pareja. Lo mismo vale para el hombre. Si tiene una mala relación con su padre, no suele formar un buen vínculo con una mujer. Muchos matrimonios están formados por un hombre que es el "hijo de la madre" en el sentido de que está más cerca de su madre y rechaza al padre, y por la "hija del padre", que es la consentida del padre y esta en contra de la madre. Esta es, según Hellinger, la principal causa del fracaso en las parejas.
Cuando una persona ha dicho "si" a sus padres por todo lo que ellos le han dado y también por todo lo que no le han dado, y los toma tal como son, sin esperar nada más de ellos, entonces esta dispuesta a decir "si" a una pareja.
La felicidad eterna:
El simple hecho de recibir la vida a través de los padres se manifiesta como felicidad en la profundidad del alma. La pertenencia a ambos y a las familias de las cuales ellos descienden está definida para siempre. Nadie puede dejar estos lazos.Ningún ser humano en el mundo puede negar la fuente de su vida.
Cualquier intento de salir de este vínculo es en vano y provoca diversos trastornos. Una de las consecuencias más conocidas es la depresión. Es una forma de sentirse "vacío", sin fuerzas y sin definición.
Experimentamos la pertenencia a nuestros padres en nuestra alma como la felicidad eterna. No importa si los queremos o no, si los conocemos o no, si estamos de acuerdo con ellos, si nos alejamos, si los rechazamos o los amamos.
En nuestra alma estamos unidos a ellos en profundos lazos. Lazos que nunca se cortan, que son para siempre, hasta que cerramos los ojos e incluso más allá todavía.
Ahí esta la fuente de nuestra felicidad. Conectándonos con ella, tenemos todo lo que necesitamos: amor, definición, claridad, fuerza, plenitud y éxito. Ahora podemos entender cuánto perdemos cuando intentamos alejarnos de esta fuente, o peor aún, cuando la negamos.
Decir que "si" a los padres pone fin a toda la lucha, también a aquella contra uno mismo. Uno puede darse vuelta y dejar a los padres atrás, como apoyo, aunque no los hayamos sentido de esta manera durante toda la vida. De todos modos, están unidos a nosotros, no importa cuáles fueron sus caminos. Los podemos sentir como fuentes de fuerza porque venimos de ellos, y de esta manera mirar hacia delante, a nuestra propia vida, a lo que nos toca hacer, y buscar la felicidad con amor hacia nuestra pertenencia.
En la profundidad de nuestra alma, todos amamos a nuestros padres, aunque no lo sintamos.Por el contrario, en la conciencia personal podemos sentir odio hacia ellos y actuar en su contra. Pero no logramos ser felices, porque estamos actuando en contra de nuestra alma y de nosotros mismos.
Tomar a los padres tal como son es una fuente de amor inagotable. Nuestra alma sabe más que nuestra razón y no aguanta la negación de nuestra fuente. En lo profundo somos fieles a nuestros padres, buscamos una compensación o un castigo por haberlos negado.
Honremos lo que nos fue dado, reconociendo e integrándolo todo, también aquello que no fue perfecto y todo lo que nos faltó. De esta manera, podemos estar completos y vivir la vida que a nosotros mismos nos corresponde.
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